El agujero en la capa de ozono se recupera

En 1974, los destacados científicos Sherwood Rowland, Paul Crutzen y Mario Molina, científico mexicano este último. Derivado de sus investigaciones advirtieron el daño que estaba sufriendo la capa de ozono, la cual protege a nuestro planeta de los rayos ultravioleta provenientes del sol, debido a los gases emanados desde la Tierra.

Esta teoría permitió detectar el peligro inesperado causado por la emisión de clorofluorocarbonos, mejor conocidos como CFCs, los cuales son compuestos químicos muy estables y biológicamente inertes que resultan ideales para su uso en sistemas de refrigeración y aire acondicionado, entre muchas otras utilidades industriales.

La concentración de ozono sobre la Antártida (Hemisferio Sur) disminuyó entre los años 70 y 90 hasta en un 70%, comparada con la concentración que normalmente se encuentra en dicho continente. Este fenómeno de gran escala se llama habitualmente agujero de ozono.

En la década de los años 80, investigadores de diversas instituciones científicas organizaron expediciones a los lugares más afectados y confirmaron la hipótesis sobre la vulnerabilidad de la capa de ozono a la emisión de CFCs. Con todas estas evidencias, un grupo de naciones tomó la decisión de firmar el Protocolo de Montreal, acto que se llevó a cabo el 16 de septiembre de 1987, en Montreal, Canadá, y cuyo objetivo es la regulación y reducción de la producción y consumo de Sustancias Agotadoras de la capa de Ozono (SAOs). Actualmente el Protocolo de Montreal cuenta con 191 países afiliados, y es considerado el acuerdo internacional más exitoso en la historia de la Organización de las Naciones Unidas.

El proceso de reducción progresiva de la producción y el consumo de SAOs se inició a principios de 1996 en los países desarrollados. Por su parte, el Protocolo contempla plazos de reducción gradual  del consumo de SAOs para los países en desarrollo, aplicando el principio de responsabilidad compartida pero con compromisos diferenciados.

El resultado de la eliminación de las SAOs, ha logrado que el agujero en la capa de ozono podría cerrarse en 50 años, para desaparecer en 2070. La capa de ozono se recupera un 3% cada 10 años. Desde 1980 las concentraciones nocivas de cloro y bromo han disminuido en un 50%.

Referencias:

Manual Buenas Prácticas en Sistemas de Refrigeración y Aire Acondicionado
Foro Económico Mundial